Noé y el Gran Diluvio

Con el pasar de los años, los descendientes de Adán y Eva comenzaron a llenar la tierra. Pero cuando Dios vio que la maldad de la humanidad cubría la tierra, y que cada intención de ellos era solamente maldad se entristeció.
Y dijo el Señor: "Destruiré a la humanidad, que yo he creado, y la hare desaparecer de la tierra." Pero el Señor estaba complacido con Noé. Noé, varón justo, perfecto en sus generaciones, andaba en la voluntad de Dios.

Y Dios le dijo a Noé: "El fin de la humanidad se aproxima. Debido a que la gente ha llenado la tierra de violencia, Yo voy a destruirlos junto con la tierra.
Haz tú mismo un arca de madera. Construye habitaciones en ella y cúbrela con brea, por dentro y por fuera. Constrúyela de cuatrocientos cincuenta pies de largo, setenta y cinco pies de ancho, cuarenta y cinco pies de alto, pero hazle solamente una puerta.
Tú, tu esposa, tus tres hijos y sus esposas, deben entrar en el arca. Trae también al arca un macho y una hembra de todos los animales, para guardarles la vida junto contigo.
Una pareja de cada especie irán contigo, pero llevarás siete de todos los animales que Yo he santificado."