Expulsión del Paraíso


Inmediatamente, sus ojos fueron abiertos y sus espíritus murieron. Ellos vieron que estaban desnudos, y cosieron hojas de higuera juntas para vestirse.
Entonces, cuando oyeron la voz del Señor que se paseaba en el huerto durante la hora fresca del día, Adán y su esposa se escondieron de la presencia de Dios entre los árboles del huerto. Porque ellos confiaron en su propio razonamiento en lugar de las palabras de Dios, murierón espiritualmente y perdieron la comunión con Dios.
Adán y Eva vieron que estaban desnudos, así que se cosieron unos delantares de hojas de higuera.

Entonces el Señor Dios llamó a Adán diciendo: "¿Dónde estás?"

Adán respondío: "Oí Tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí."

 Entonces Dios le preguntó: "Quién te hizo saber que estabas desnudo? ¿Has comido del único árbol del cual te mandé que no comieras?" Adán respondió: "La mujer que Tú me diste, me dio de esa fruta y yo la comí."

 Y el Señor le dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho?" La mujer repondió: "La serpiente me engañó, y yo comí de esa fruta."

Entonces el Señor dijo a la serpiente: "Por haber hecho ésto, maldita serás entre todos los animales; sobre tu vientre andarás, y comerás polvo todos los días de tu vida: Y yo pondré enemistad entre ti y la mujer y su descendiente te aplastará la cabeza."

A la mujer Dios le dijo: "Yo aumentaré en gran manera tus pesares. El dar a luz te causará dolor; y tu marido te gobernará."

Y dijo a Adán: "Por cuanto obedeciste a tu esposa y comiste del árbol prohibido, la tierra queda maldita. Desde ahora, todos los días de tu vida, sólo con dificultad podrás obtener de ella tu alimento.

Ella producirá espinas y cardos, y con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra. Te hice del polvo y al polvo regresarás."