Bautismo de Jesús

Los tres Evangelios sinópticos describen el Bautismo de Jesús por Juan el Bautista, un evento que los estudiosos bíblicos consideran el comienzo del ministerio (predicación) público de Jesús. Según el relato de la Biblia, Jesús fue al río Jordán donde Juan el Bautista había estado rezando y bautizando a la multitud. Mateo describe que inicialmente Juan estaba dudoso de obedecer la petición de Jesús de que le bautizara, afirmando que debería ser Jesús quien le bautizara a él. Jesús insistió y Juan aceptó bautizarle.
Tras el bautizo y al emerger del agua, Marcos afirma que Jesús "vio abrirse los cielos y el Espíritu descendió sobre Él como una paloma. Entonces una voz vino del cielo diciendo: ‘Tú eres Mi Hijo Amado, en ti me complazco’". El Evangelio de Juan no incluye el bautismo pero atestigua que Jesús es aquel a quien Juan el Bautista había estado llamando el Hijo de Dios.


Después de su bautismo, Jesús fue llevado al desierto por Dios y allí ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches. Durante este tiempo, el demonio se apareció a Jesús y le tentó tres veces para que probara sus poderes sobrenaturales como Hijo de Dios. Cada una de las veces, Jesús rechazó la tentación con una cita de las escrituras del Libro del Deuteronomio. Al haber fracasado, el diablo partió y llegaron los ángeles con alimento para Jesús.